jueves, 24 de septiembre de 2015

Un baño relajante, pero seguro

La hora del baño puede ser una diversión. Es un tiempo especial para compartir con el bebé. Sin embargo es también un tiempo en el que se debe tener los ojos muy abiertos y mucha precaución.
Mantén estos consejos de baño en mente para que su pequeño esté siempre a salvo mientras goza de un buen baño para acabar limpito y relajado:
el baño del bebé es algo placentero tanto para él como para nosotros, los papás
La primera y más importante regla es esta: Nunca, nunca dejes al bebé sin supervisión, ni siquiera por un minuto. Los niños pueden ahogarse en menos de 3 cm de agua. Así que reúne todos los suministros (jabón, toallas, pañales limpios, ropa limpia, etc.) que necesitas antes de empezar con el proceso, y mantén al menos una mano sobre su bebé mientras está en el agua. Si suena el timbre de la puerta o el del teléfono y crees que debes responder, recoge a tu bebé en una toalla y llévalo contigo.
Asegúrate de que el cuarto de baño tiene una temperatura agradable (alrededor de 22 grados). Los bebés pueden enfriarse rápidamente.
No pongas a tu bebé en una bañera cuando el agua todavía está en marcha. (La temperatura del agua puede cambiar o la cantidad de agua podría llegar a ser demasiada)
Las bañeras son increíblemente resbaladizas, así que equípala con una alfombra de baño de goma para estar más seguro. Además una cubierta de boca de acolchado puede proteger la cabeza del bebé de golpes dolorosos. Asegúrate de que todas las puertas correderas de cristal de la ducha están hechas de vidrio de seguridad.
Haz que el agua del baño tenga una temperatura agradable (pruébala tú antes con tu muñeca o con la parte interna del codo para asegurarte de que no está demasiado caliente). Los bebés y niños pequeños en general, prefieren una bañera más templada tirando a fresca.
Llena la tina con unos 10-15 cm de agua.  Para los bebés será más que suficiente.
Para los niños que pueden sentarse, un anillo de baño puede proporcionar un extra de seguridad. Pero no dejes que te dan una falsa sensación de seguridad extra. El bebé puede volcarse o quedar atrapado debajo de ellos, por lo que es no es un sustituto para mantener tu ojo bien despierto y tu mano sobre el bebé en todo momento.
Lava tu bebé en agua sola si quieres, siempre y cuando se limpie la zona del pañal y pliegues de la piel también. Los jabones y champús pueden secar la piel de tu bebé y pueden llegar a causar alguna erupción. Si haces uso de jabón, elije uno suave y diseñado para los bebés y úsalo con moderación. Para evitar que tu bebé se sienta demasiado tiempo en el agua jabonosa, juega al inicio del baño y guarda el jabón y champú para el final del proceso.
No utilices los baños de burbujas. Pueden irritar la uretra, y a su vez podría aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario.
Ajusta tu calentador de agua a 37-40 grados. Se necesita sólo tres segundos para que un niño pueda tener quemaduras de tercer grado cuando el agua está a más de 45 grados. Ten en cuenta que su piel es mucho más sensible que la tuya.
No permitas que tu bebé toque las llaves del grifo. Aunque ahora mismo no pueda moverse, sin darte cuenta un día llegará y va a tener la suficiente fuerza como para hacerlo. Si esto pasara, puede dar lugar a quemaduras etc.
Por último, por supuesto, mantén los aparatos eléctricos lejos de la bañera.